Esta boda ha sido para mí un encargo muy especial, no solo por lo bonito de los detalles, sino por el tiempo que llevamos juntas preparándolo todo. Al final pienso que soy yo la que se casa. La novia ha confiado al cien por cien en mí, y eso es muy importante para una persona que se dedica al diseño, y que le dejan libertad para crear. Por eso me gustaría públicamente desearle lo mejor en esta etapa que empieza y que aunque solo sea un poquito, me siento partícipe de este acontecimiento, ya que una parte de mí estará en esta boda que con tanto cariño se está preparando.
Por eso, Sandra, permíteme que sea la primera que te de la enhorabuena y que te diga que..... quieroooooo fotossss de todooooooo.
Después de esta introducción un poco sentimental, vamos al lío. Os mostraré los detallitos que se van a dar para las señoras en la boda. Se trata de unos joyeritos lindísimos, donde el malva no podía faltar, ya que era el color de la boda y, como diria el chef, unos pastelitos de bizcocho de arándanos con nata, culminados con fresones silvestres y merenge de primera acompañados con una magdalena de chocolate, sobre barquillo crujiente de helado. Pero como una foto vale más que mil palabras...
En estas fotos podeis ver con más detalle la cajita y sus complementos, es una preciosidad. Ahora os mostraré cómo van presentadas, es una idea muy original que a mí me vuelve loca.
Estas fotos que vienen a continuación muestran cómo queda la presentación final, y se trata de una tarta de dos pisos con todos los pastelitos juntos, asi pueden ser expuestos durante la comida para que a los invitados se les vaya haciendo la boca agua.